“Ten confianza, hijo. Se te perdonan tus pecados”.
Audio del Evangelio
Año 2024
Ciclo B
Jueves de la Decimotercera semana de T.O.
Color: blanco
SANTOS y EVENTOS del día:
[Enlace Santos del día]
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Lectura de la profecía de Amós (Am 7, 10-17)
En aquel tiempo, Amasías, sacerdote de Betel, le envió este mensaje a Jeroboam, rey de Israel: «Amós está conspirando contra ti en Israel y el país ya no puede soportar sus palabras, pues anda diciendo que Jeroboam morirá a espada e Israel saldrá de su país al destierro».
Amasías le dijo a Amós: «Vete de aquí, visionario, y huye al país de Judá; gánate allá el pan, profetizando; pero no vuelvas a profetizar en Betel, porque es santuario del rey y templo del reino».
Respondió Amós:
«Yo no soy profeta ni hijo de profeta,
sino pastor y cultivador de higos.
El Señor me sacó de junto al rebaño y me dijo:
‘Ve y profetiza a mi pueblo, Israel’.
Y ahora escucha tú la palabra del Señor: ‘Tú me dices: No profetices contra la casa de Israel. No vaticines contra la casa de Isaac’. Pues bien, esto dice el Señor: ‘Tu mujer será deshonrada en plena calle; tus hijos e hijas morirán a espada; tu tierra se la repartirán los vencedores; tú mismo morirás en tierra pagana e Israel será desterrado lejos de su país’
SALMO RESPONSORIAL
Sal. 18, 8-11
R/. Los juicios del Señor son la verdad.
La ley del Señor es perfecta, reconforta el alma; el testimonio del Señor es verdadero, da sabiduría al simple.
Los preceptos del Señor son rectos, alegran el corazón; los mandamientos del Señor son claros, iluminan los ojos.
La palabra del Señor es pura, permanece para siempre; los juicios del Señor son la verdad, enteramente justos.
Son más atrayentes que el oro, que el oro más fino; más dulces que la miel, más que el jugo del panal.
EVANGELIO DEL DÍA
Lectura del santo Evangelio según san Mateo (Mt 9, 1-8)
En aquel tiempo, Jesús subió de nuevo a la barca, pasó a la otra orilla del lago y llegó a Cafarnaúm, su ciudad.
En esto, trajeron a donde él estaba a un paralítico postrado en una camilla. Viendo Jesús la fe de aquellos hombres, le dijo al paralítico: «Ten confianza, hijo. Se te perdonan tus pecados».
Al oír esto, algunos escribas pensaron: «Este hombre está blasfemando». Pero Jesús, conociendo sus pensamientos, les dijo: «¿Por qué piensan mal en sus corazones? ¿Qué es más fácil: decir ‘Se te perdonan tus pecados’, o decir ‘Levántate y anda’? Pues para que sepan que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar los pecados, –le dijo entonces al paralítico–: Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa».
El se levantó y se fue a su casa. Al ver esto, la gente se llenó de temor y glorificó a Dios, que había dado tanto poder a los hombres.
¡Síguenos! No te pierdas de nada…