Año 2025
Ciclo C
Domingo de la XXV Semana del Tiempo Ordinario
Color: verde

“Es necesario arrepentirse en esta vida”.
Audio del Evangelio
LECTURAS DEL DÍA:
PRIMERA LECTURA
Lectura de la profecía de Amós 6, 1ª. 4-7
¡Ay de los que se sienten seguros en Sión! Acostados en lechos de marfil y apoltronados en sus divanes, comen los corderos del rebaño y los terneros sacados del establo.
Improvisan al son del arpa, y como David, inventan instrumentos musicales; beben el vino en grandes copas y se ungen con los mejores aceites, pero no se afligen por la ruina de José. Por eso, ahora irán al cautiverio al frente de los deportados, y se terminará la orgía de los libertinos.
Palabra de Dios
SALMO RESPONSORIAL 145, 7-10
R/. ¡Alaba al Señor, alma mía!
El Señor mantiene su fidelidad par siempre, hace justicia a los oprimidos y da pan a los hambrientos. El Señor libera a los cautivos.R/.
El Señor abre los ojos de los ciegos y endereza a los que están encorvados. El Señor ama a los justos. El Señor protege a los extranjeros. R/.
Sustenta al huérfano y a la viuda y entorpece el camino de los malvados. El Señor reina eternamente, reina tu Dios, Sión, a lo largo de las generaciones. R/.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la primera carta del Apóstol san Pablo a Timoteo 6, 11-16
Hombre de Dios, practica la justicia, la piedad, la fe, el amor, la constancia, la bondad. Pelea el buen combate de la fe, conquista la Vida eterna, a la que has sido llamado y en vista de la cual hiciste una magnífica profesión de fe, en presencia de numerosos testigos.
Yo te ordeno delante de Dios, que da vida a todas las cosas, y delante de Cristo Jesús, que dio buen testimonio ante Poncio Pilato: observa lo que está prescrito, manteniéndote sin mancha e irreprensible hasta la Manifestación de nuestro Señor Jesucristo, Manifestación que hará aparecer a su debido tiempo el bienaventurado y único Soberano, el Rey de los reyes y Señor de los señores, el único que posee la inmortalidad y habita en una luz inaccesible, a quien ningún hombre vio ni puede ver.
¡A Él sea el honor y el poder para siempre! Amén.
Palabra de Dios
EVANGELIO
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 16, 19-31
Jesús dijo a los fariseos: Había un hombre rico que se vestía de púrpura y lino finísimo y cada día hacía espléndidos banquetes. A su puerta, cubierto de llagas, yacía un pobre llamado Lázaro, que ansiaba saciarse con lo que caía de la mesa del rico; y hasta los perros iban a lamer sus llagas.
El pobre murió y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham. El rico también murió y fue sepultado. En la morada de los muertos, en medio de los tormentos, levantó los ojos y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro junto a él. Entonces exclamó: “Padre Abraham, ten piedad de mí y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en el agua y refresque mi lengua, porque estas llamas me atormentan”.
“Hijo mío, respondió Abraham, recuerda que has recibido tus bienes en vida y Lázaro, en cambio, recibió males; ahora él encuentra aquí su consuelo, y tú, el tormento. Además, entre ustedes y nosotros se abre un gran abismo. De manera que los que quieren pasar de aquí hasta allí no pueden hacerlo, y tampoco se puede pasar de allí hasta aquí”.
El rico contestó: “Te ruego entonces, padre, que envíes a Lázaro a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos: que él los prevenga, no sea que ellos también caigan en este lugar de tormento”.
Abraham respondió: “Tienen a Moisés y a los Profetas; que los escuchen”.
“No, padre Abraham, insistió el rico. Pero si alguno de los muertos va a verlos, se arrepentirán”.
Pero Abraham respondió: “Si no escuchan a Moisés y a los Profetas, aunque resucite alguno de entre los muertos, tampoco se convencerán”.
Palabra del Señor
Fuente: La Eucaristía Diaria